La historia del tartán escoces.

Lo que hoy conocemos vulgarmente como 'cuadros escoceses' es, en realidad, uno de los tejidos más antiguos de la historia de la moda.

¡Te contamos un poco cómo ha sido su evolución!

Entre todas las tendencias de este otoño/invierno, resaltamos la presencia del color y el regreso de los patrones más tradicionales. Diseños que, al igual que el tartán escocés, han estado durante años asociados looks básicos y que, sin embargo, en esta temporada cobran una relevancia superior. Es por ello que, en homenaje al mencionado 'print', consideramos completamente necesario rendir homenaje a sus orígenes, a su evolución y a su posterior adaptación tanto en la pasarela como en el 'street style'.

Cuando piensas en estampados invernales, es probable que los 'cuadros escoceses' sean lo primero que te venga a la mente. Pero, originalmente no son un estampado, sino un tejido milenario. Te contamos cómo la forma en que los 'highlanders' (escocesdes de las Tierras Altas) se abrigaban se ha convertido en uno de los reclamos 'fashion' más codiciados de la historia de la moda.

El primer registro que se tiene de este legendario tejido de lana es de entre los años 3 y 4 dC. Porque sí, efectivamente es un tejido y no un estampado. Este patrón no era otra cosa que el resultado del entrelazado de la lana (previamente teñida) en diferentes colores. En su forma original, el tartán era en realidad una manta que los 'highlanders' usaban para resguardarse del frío. Un poco más tarde, en el siglo XVIII, este derivó en lo que hoy conocemos como 'kilt', una falda clave en el armario masculino en Escocia desde ese momento.
 
Sin embargo, el tartán escocés (y todo lo que tuviera que ver con la cultura gaélica de las Tierras Altas), quedó prohibido por Inglaterra tras su triunfo en la Batalla de Culloden, mediante un tratado al que llamaron 'Dress Act of 1746'. Tratado que estuvo en vigor hasta 1782, año en que por fin dicha ley fue derogada. En ese momento, volvió a convertirse en símbolo nacional.

 

En el siglo XIX, los tartanes representaban regiones y distritos, con patrones derivados de recursos locales. En la segunda mitad del siglo, el tartán se asoció más directamente con familias y clanes. Durante los reinados de Victoria y Eduardo VII, el tartán se extendió a la moda femenina y se convirtió en un símbolo 'royal'.

La Princesa Diana era una de sus más fieles embajadoras. Lo llevó de mil y una formas durante toda su vida. De hecho, 25 años después de su muerte, ella es una de las responsables de que hoy el tartán escocés sea un tejido de lo más preciado por los diseñadores y de lo más codiciado en el 'street style'.

A día de hoy el tartán no solo lo podemos ver en cualquier ceremonia escocesa, sino también sobre la pasarela. Son muchos los diseñadores que, inspirados por su historia, lo han incluido (y lo seguirán incluyendo) en sus colecciones, como es nuestro caso en la colección especial de Navidad. Descubre nuestros diseños de tartán escocés aquí.
 
Gracias a la herencia de este histórico tejido escocés, y a la repercusión que los diseñadores han fomentado, hoy el tartán es uno de los estampados más populares del 'street style' y forma parte de infinidad de colecciones de lujo y 'low cost'.