Cómo bañar a un recién nacido por primera vez
Tener un recién nacido en casa es increíble porque es una oportunidad única en la vida de disfrutar de muchas tareas y momentos por primera vez.
Entre estas primeras veces de tu bebé se encuentran las primeras risas, los primeros pasos, las primeras palabras, pero también las primeras veces de detalles más sencillos, como el primer cambio de pañal, la primera comida o el primer baño.
Además de ser momentos especiales, pueden resultar un poco intimidantes, como todas las veces en las que nos enfrentamos a algo nuevo, con una combinación de emoción y nervios. Sin embargo, es importante que respires hondo, te relajes e intentes disfrutar del momento ya que, con cuidado y mimo, lo harás estupendamente.
¿Cuándo bañar a un recién nacido?
El momento del primer baño del bebé, según la mayoría de personas expertas, debe darse una vez se hayan desprendido los restos del cordón umbilical, lo que habitualmente sucede en las primeras dos semanas de vida.
Mientras tanto, la higiene del bebé se puede llevar a cabo con baños suaves con esponja, cubriendo al bebé con una toalla y aplicando agua tibia con, o sin jabón en las distintas partes del cuerpo, evitando siempre la zona del ombligo.
¿Qué se necesita para bañar a un recién nacido?
El primer paso es preparar todos los elementos que necesitarás durante y después del baño. Tener todos los productos de higiene y prendas a mano te facilitará mucho la tarea. Visualiza cómo será el baño y coloca cada producto en un lugar accesible y cercano.
Sobre los productos para el baño, muchos padres y madres se preguntan si se debe usar jabones, cremas o aceites desde el primer baño del bebé. Puedes usar jabones siempre y cuando sean neutros y específicos para bebé.
Ten en cuenta que su piel es muy sensible, por lo que es imprescindible elegir los productos adecuados. También puedes emplear cremas o aceites hidratantes, especialmente en la zona del pañal, evitando siempre los que tengan fragancias intensas.
Además de los productos para la higiene y cuidado corporal, para el momento del baño necesitarás una bañera de bebé y, si lo prefieres, algún accesorio como un soporte, y una toalla muy suave de algodón 100%.
Para el momento posterior al baño, asegúrate de tener a mano un pañal limpio y la ropita de bebés recién nacidos.
La temperatura adecuada para el baño del bebé
En lo que respecta a las temperaturas, asegúrate que tanto el ambiente como el agua sean adecuados para que el bebé esté lo más cómodo posible.
La estancia debe estar cálida, idealmente entorno a los 24 grados, y no debe haber corrientes de aire, mientras que el agua debe estar tibia, entre 35 y 37 grados, aproximadamente.
Para comprobar la temperatura del agua puedes usar tu propio tacto, asegurándote de que el agua no se siente caliente sino tibia pero, si te quieres asegurar de que es adecuada, los termómetros para baño son muy útiles.
El baño de un recién nacido, paso a paso
- Comprueba la temperatura de la estancia.
- Prepara la bañera, llenándola con unos 5 centímetros de agua, a la temperatura adecuada, y los accesorios que vayas a usar.
- Desviste al bebé con cuidado en una superficie segura y cálida, transmitiéndole calma y tranquilidad.
- Introdúcelo en la bañera. Si utilizas un soporte como un asiento o una hamaca de baño adecuado a su edad, colócalo sobre él, sujetándolo siempre de forma suave y segura con una mano. En caso de que no lo uses, sujétalo por detrás, prestando atención al cuello, con una mano, con firmeza y suavidad.
- Con la esponja humedecida, comienza limpiando la cara y la cabeza, con suavidad,
- Con un poco de jabón en la esponja, si lo usas, lava el resto del cuerpo, comenzando por el cuello y siguiendo hacia abajo, prestando atención a los pliegues en zonas como el cuello, las axilas o la zona del pañal.
- Enjuaga suavemente y comprueba que no queden restos de jabón.
- Saca al bebé del agua y colócalo sobre la toalla. Cubre y seca con toquecitos suaves, sin frotar.
- Viste al bebé. Ponle un pañal limpio y vístelo con su ropita para bebé recién nacido.
¿Cada cuánto bañar a un recién nacido?
Es suficiente con bañarlo dos o tres veces por semana, ya que la piel es muy sensible y una mayor frecuencia podría resecarla.
Esto es independiente de la higiene diaria del bebé, que necesariamente implica limpiezas por zonas con el cambio de pañal, lavados de manos o limpiezas de cara y cuello, especialmente tras las tomas.
Siguiendo estos consejos, podrás bañar a tu bebé de forma sencilla y segura. Ten en cuenta que es una experiencia nueva también para él, así que tu actitud cariñosa y tus mimos contribuirán a que disfrutéis de un momento tan especial como el del primer baño.