La gabardina es una prenda con personalidad propia. Un abrigo que nació como uniforme para el ejército, encumbrado posteriormente por el cine y que ahora es referente de pasarela y street style, una tendencia que nunca pasa de moda.

Su origen se atribuye al diseñador inglés Thomas Burberry,  creó el tejido impermeable y transpirable que vistió la gabardina tal y como la conocemos. Su diseño es el que se popularizó hasta convertirse en el mito que ahora encarna. 

El trench como uniforme militar

Aquí es donde cobra fuerza la leyenda en torno a esta prenda. En 1914 Burberry recibió el encargo de crear una prenda impermeable, resistente, cómoda y que protegiese a los soldados británicos en la I Guerra Mundial, y de ahí su nombre en inglés, trench (trinchera).

Claro que en esta parte del cuento también hay discrepancias. Hay quienes defienden que las gabardinas solo vestían a los altos mandos y no a los soldados en el campo de batalla. Pero la infantería británica lo llevaba como prenda insigne, de eso no hay duda.

El trench coat diseñado por Burberry para el ejército británico era ligero, de tejido impermeable, portaba solapas adicionales para proteger del frío y la lluvia, una capa superpuesta para que el agua se deslizase por la espalda y los hombros y llevaba cinturón con anillas para portar utensilios militares. Aportaba comodidad y distinción a partes iguales.

Cuando la Gran Guerra llegó a su fin, Burberry decidió comercializarla para el público general. Así creció su popularidad encumbrada por el mérito de haber sido uniforme de los valientes soldados británicos. De hecho, volvió al campo de batalla en la II Guerra Mundial.